Lectura del santo Evangelio según San Juan (12, 24-26)
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Yo les aseguro que, si el grano de trigo
sembrado en la tierra no muere, queda infecundo; pero si muere, producirá mucho
fruto. El que se ama a sí mismo, se pierde; el que se aborrece a sí mismo en este
mundo, se asegura para la vida eterna.
El que quiera servirme que me siga, para que donde yo esté, también esté mi
servidor. El que me sirve será honrado por mi Padre’’.
Palabra del Señor