En 1534 Nicolás de Rivera, uno de los Trece de la Fama y que era un hombre de confianza de Francisco Pizarro, estuvo buscando un lugar adecuado, en tierras iqueñas, para la ciudad capital de la conquista. Escogió la zona de Pisco, donde fundó la Villa de Sangallán; Pizarro desestimó la decisión de Rivera y prefirió el valle del Rímac. Rivera tuvo que afrontar las rebeliones indígenas dirigidas por los caciques de Ica, Chincha, Pisco y Nazca, a los que logró reducir y pacificar. El encomendero hizo construir en sus dominios solares, rancherías, hospital para indios y una iglesia, primer precedente del actual templo del Señor de Luren.
Don Nicolás de Rivera el viejo , era el encomendero de Urin – Ica, parte baja del valle, donde se había establecido desde Setiembre de 1534, diversos caciques , se habían rebelado por lo que el encomendero decide posicionarse del Tampu, o Tambo que ya existía en la zona de Tacaraca .
El virrey Don Diego López de Zúñiga y Velazco – Conde de Nieva, comisiona al Capitán Español Don Jerónimo Luis de Cabrera y Toledo, a poner orden a la rebelión de los caciques y a la vez que fundará una ciudad.
Una fresca mañana de otoño, vestido de gala y acompañado de 40 españoles , de un día como hoy, 17 de Junio de 1563, blandiendo su espada en nombre de su majestad el rey de España , funda la Villa de Valverde.
Según historiadores el nombre de “VILLA DE VALVERDE” fue tomado en recuerdo de la villa natal del Virrey Conde de Nieva, que ordenó su fundación.
Sobre este acto no existe un acta de fundación, pero se conoce unos documentos que el Virrey Conde de Nieva, envía a SM el rey de España Felipe IV, donde le da cuenta que ya fue hecha la fundación, fechado el 10 de Setiembre de 1563, y en el cuál se nombra que fue sobre los terrenos de la zona de Tacaraca , de propiedad de Don Nicolás de Rivera el viejo.
Don Jerónimo de Cabrera, repartió terrenos para edificar sus casas a los españoles que lo habían acompañado, donde se destacaron , Don Alonso Gonzalez Del Valle- Márquez de Torre Hermosa y Iñigo de Brisuela, dos de los primeros moradores de la nueva ciudad, la cuál posteriormente pasó a ser llamada San Jerónimo de Ica, y finalmente como la conocemos hoy en día ICA.
Luego, a causa de varios sismos y por encargo del virrey Conde de Nieva, la ciudad se trasladó al lugar que hoy ocupa. Es en esta región que se desarrolló notablemente en los primeros años del Virreinato del Perú la industria vitivinícola, especialmente aquella del pisco. Las primeras cepas de vid fueron traídas al Perú en el siglo XVI, desde las Islas Canarias, por Francisco de Caravantes. Al iniciarse el siglo XVIII, las vides iqueñas rendían al año 40 mil botijas de vino y 30 mil de aguardiente de pisco.
En 1786 el Perú quedó dividido en Intendencias y se suprimió el Corregimiento de Ica, pasando a formar parte de la Intendencia de Lima, en aquella época el personaje iqueño más notable era el Marqués de Torre Hermosa.
Cerca de tres siglos transcurrieron bajo el dominio español hasta el inicio de los primeros movimientos emancipadores. La bahía de Paracas fue el lugar elegido por el general José de San Martín y Matorras para el desembarco de su expedición, hecho que marcó el inicio de la liberación del Perú.